Por Álvaro Ortiz
BENITO JUÁREZ, 1 de febrero. – Con el objeto de intercambiar experiencias técnico científico con expertos en el tratamiento de aguas residuales entre la Cuenca Península de Yucatán y la Cuenca Bahía de Pensacola, Florida, el Consejo de Cuenca de la Península de Yucatán (CCPY) convocó a expertos a fin de aprender por ambas partes sobre las acciones que se implementan y los retos que se afrontan al ser dos cuencas que comparten ciertas similitudes.
La experiencia inició con una visita técnica guiada por César Alejandro Espinoza Rodríguez, Gerente de Planificación, Proyectos y Obras de Desarrollos Hidráulicos de Cancún, a la planta de Tratamiento de Aguas Residuales del Polígono Sur de la Ciudad de Cancún, operada por Aguakan.
En el recorrido participaron Gonzalo Merediz Alonso, presidente del CCPY, convocante de este evento; Abel Darío Oxte Medina, Coordinador de Operación de la CAPA; Jane M. Caffrey, profesor del Centro de Diagnóstico Ambiental y Biorremediación, de la Universidad del Oeste de Florida; así como representantes de Conagua, Secretaría de Agricultura, CICY, Centinelas del Agua A.C., Ocean Solutions México, Fundación Ecobahia, Amigos de Sian Ka´an y representantes del Sector Joven de Quintana Roo ante el CCPY.
En sesión de trabajo virtual Abel Darío Oxte Medina, Coordinador de Operación de la CAPA expuso los Retos y oportunidades en el Saneamiento del Estado de Quintana Roo, dando a conocer que el gran desafío en materia de saneamiento es evitar que los acuíferos, humedales y arrecifes sean contaminados; actualmente Quintana Roo tiene una cobertura del 78.36%; colocando al estado por encima de la media nacional, que es del 60%.
El saneamiento de las aguas servidas es a través de 31 Plantas de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) de las cuales 13 son operadas a través de la CAPA. Dentro de los retos actuales implica que los organismos de plantas de tratamiento existentes, tendrán que modificar los sistemas para cumplir con las nuevas disposiciones y los que pretendan construir sistemas nuevos, deben considerar procesos eficientes en la remoción de todos los nuevos parámetros normados.
En la parte científica, Cecilia Hernández Zepeda, del Centro de Investigación Científica de Yucatán (CICY) presentó el tema Monitoreo de virus: implicaciones para la epidemiología basada en agua residual en la que destacó que se ha reportado la presencia de una gran diversidad de virus, de los cuales los más abundantes son los que se replican en el intestino del humano y el objetivos del estudio fue determinar la ocurrencia que causan enfermedades en las personas, identificar cepas o aislados virales, monitorear o predecir brotes de enfermedades, así como detectar virus emergentes.
Remarcó que la caracterización de los virus presentes en el agua residual permite: la detección temprana de la enfermedad presente en la población, monitoreo de patógenos, identificación de nuevas cepas o variantes emergentes, su dispersión geográfica y reducción en costos y retos para la detección de enfermedades en una población.
Por otra parte, Matt J. Posner, director ejecutivo de Programa del Estuario de las Bahías Pensacola y Perdido, compartió su experiencia en la creación de un programa de gestión de recursos naturales basado en sus experiencias y aplicación en la cual trabajan con una visión de cuenca compartida entre Alabama y Florida.
Jane M. Caffrey, profesora del Centro de Diagnóstico Ambiental y Biorremediación, Universidad de West Florida, presentó el tema de las Influencias humanas pasadas y presentes en los ecosistemas acuáticos de la Bahía de Pensacola, Florida; enfatizando que en los años 50 hubo un aumento de los factores estresantes en la cuenca como son fuentes de contaminación puntual y difusa, perdida de humedales y zonas ribereñas y un derrame de petróleo en el 2010.
La ciudad de Pensacola creció en zona de humedales generando obviamente impactos ambientales en la cuenca y el humedal se convirtió en un arroyo que desemboca en la ciudad. En la década de los 70, una organización local de pescadores monitoreó la calidad del agua y acciones de educación ambiental.
Las fosas sépticas se han ido conectando a la red pública y al alcantarillado. Se piensa que el principal problema que afrontan es la calidad del agua. También estudian la salud de los pastos marinos ya que estos tuvieron afectaciones en la década de los 60 y actualmente se monitorean a través de ciencia ciudadana mediante alianzas entre el municipio, la universidad y ciudadanos.
Finalmente concluye que el monitoreo es importante pero también se tienen que identificar las fuentes de bacterias fecales que es más importante y se debe de involucrar a los ciudadanos para entender y mejorar el comportamiento del ecosistema; actualmente disponen de diversos programas de ciencia ciudadana donde monitorean no solo la calidad del agua sino tortugas, cangrejos entre otros.
Para concluir el CICY propuso a la CAPA y Aguakan continuar colaborando en los monitoreos de virus en las plantas de tratamiento no solo de la ciudad de Cancún, sino del resto del Estado; Amigos de Sian ka´an planteó analizar virus en las diversas ecotécnias que tienen instaladas en la cuenca del río Hondo y en el proyecto Mayakan.
La Conagua manifestó el respaldo permanente al presidente del CCPY y a esta instancia a través de la Secretaría Técnica y el presidente del CCPY, Gonzalo Merediz Alonso consideró que, con el intercambio de experiencia con los representantes de la cuenca de Pensacola, Florida; la iteración con los ciudadanos y organizaciones es trascendental y se debe incrementar en las futuras reuniones en este hermanamiento de cuencas.
Es así que, el Consejo de Cuenca de la Península de Yucatán genera estas alianzas a fin de promover más intercambios técnicos científico que permitan intercambiar experiencias, ciencia y tecnología que servirá para orientar las mejores decisiones de este organismo colegiado.
