*El hogar se convierte en un espacio de abuso constante por parte de los o las maltratadores.
Psic. Grisel del Mar Pacheco Brito
Coronavirus y violencia son dos conceptos que por separado generan sentimientos como el miedo, la preocupación y un estado de vulnerabilidad para algunas personas. Se estima que el estado de confinamiento dio paso al incremento en la tasa de violencia que va dirigida a niños y niñas, adolescentes, mujeres y personas de la tercera edad.
Los factores relacionados con el incremento de la violencia en todas sus formas y expresiones, están asociados a las propias medidas de la cuarentena, los espacios de vivienda reducidos, así como al estrés económico y familiar según lo informo la ONU Mujeres.
En México, se sabe que la unidad habitacional más pequeña incluso mide solo 28 metros cuadrados, por tanto, el riesgo de la violencia es alto, toda vez que el hogar se convierte en un espacio de abuso constante por parte de los o las maltratadores, lo que deja a las victimas sin la oportunidad de distanciarse o de solicitar ayuda inmediata.
Es importante que las victimas que atraviesan por algún tipo de violencia, estén alerta a señales tempranas, no obstante, la normalización de la violencia y los estilos de resolución de problemas resulta ser un proceso psicológico complejo lo cual lleva a la victima a no denunciar o incluso si denuncia a perdonar al agresor.
Los estudios realizados sobre violencia refieren que una persona sometida a esta situación puede llegar a tener consecuencias patológicas que afectan el ámbito de las relaciones sociales, desempeño laboral y vida emocional desencadenando la presencia y niveles de depresión, ansiedad, ideación suicida, alteraciones psicosomáticas, temores y en casos de mayor gravedad trastornos de personalidad y estrés postraumático.
Cabe mencionar que para determinar si hay cronicidad o no de los síntomas, se requiere de una fase de evaluación psicológica que recabe información relevante, así como la aplicación de instrumentos psicométricos científicamente validos e inventarios específicos de maltrato y violencia lo cual es fundamental para la validez y acreditación de los hechos.
Estimado lector, aun en la complejidad en la que vive, atrévase a denunciar acérquese al sistema judicial de mayor cercanía o solicite apoyo de atención telefónica como 911 o redes sociales.