Por Álvaro Ortiz Salamanca
CHETUMAL, 18 de marzo. – En razón que no han recibido información detallada sobre la venta de material pétreo a la Sedena para los trabajos del Tren Maya, un grupo de ejidatarios de Juan Sarabia recurrió al Tribunal Unitario Agrario Distrito 44 con sede en esta capital, para que a través de esta instancia se transparente esta transacción y pueda hacerse pública.
Rodolfo Valle Villaseñor, uno de los demandantes, aseguró que tienen que recurrir a estas instancias para conocer la información, porque en año y medio que el ejido está vendiendo material para esta obra, no han tenido la respuesta a su solicitud, “si acaso cifras globales, nunca supimos cuánto material se sacaba diario ni el precio que se vendió”.
Afirmó que pedir está información en la asamblea es motivo para ser amenazado, difamado y repudiado por quienes se dejan comprar con las migajas que reparte la directiva ejidal. “La rendición de cuentas es una obligación de ellos y un derecho de nosotros como ejidatarios, pero parece que pedir transparencia es ofensivo para la directiva ejidal”, subrayó.
A presión de los parcelarios, la directiva informó que se vendió a 30 pesos el metro cúbico, lo que, a su parecer, resulta incongruente e irrisorio, porque es el precio que se vendía hace más de 15 años. Dijo que es sospechoso, porque los últimos comisarios ejidales entran como taxistas y conduciendo bicicleta y terminan como terratenientes, flamantes cañeros con maquinaria y volquetes, mientras los ejidatarios solo reciben migajas, señaló.
Consideró que cada ejidatario debe recibir al menos un millón y medio de pesos por este concepto durante el tiempo que vendieron material pétreo para el Tren Maya pero no recibieron ni 200 mil pesos, “es injusto que ellos sean inmensamente ricos y le roben su dinero a la gente”, dijo.
Valle Villaseñor subrayó que señalar estas injusticias le ha ocasionado difamaciones en su contra, como el hecho de que supuestamente se apropió de 2 mil 500 hectáreas del ejido, “una mentira que han agarrado de bandera los últimos comisarios para dividir a la gente, pero no comprueban nada, por eso la gente prefiere callar y recibe lo que le dan. Pero no todos estamos dispuestos a callar los despojos, invasiones y demás triquiñuelas que se hacen en este ejido que se ha vuelto modelo en el país, por la forma en que se conduce “, finalizó.