Por Álvaro Ortiz
CHETUMAL, 24 de noviembre.- La Administración Portuaria Integral de Quintana Roo (Apiqroo) se propone dinamizar las operaciones en el único puerto de carga de la entidad ubicado en Puerto Morelos, ahí en la primera semana de diciembre se espera el fondeo de un barco nodriza cargada con 90 toneladas de balastro que se ocupará para las obras del Tren Maya, informó el director Vagner Elbiorn Vega quien agregó que para desembarcar el material se utilizarán tres barcazas.
Dijo que debido a que el muelle no cuenta con el nivel óptimo de siete metros de profundidad para favorecer las operaciones de atraque de los barcos cargueros, las embarcaciones tienen que fondear fuera del parque marino y por medio de embarcaciones de menor calado se realiza el trasiego de mercancías.
A partir de la primera semana de diciembre en Puerto Morelos se estará recibiendo el balastro el cual es traído de Santiago de Cuba y es un material que se ocupará en la base de los durmientes de las vías del Tren Maya, será una operación diaria excepto el día que llegue el barco de la naviera Seaboard Marine que maneja carga en 18 contenedores y que viene procedente de Tampa, Florida.
“A finales de este mes se estará colocando la boya de recalada que no se tenía y que es muy importante para que puedan haber maniobras nocturnas, la boya ya la tenemos y vamos hacer la licitación para ver qué empresa es la que la va a colocar”, explicó.
El director del Apiqroo mencionó que la gobernadora Mara Lezama tiene especial interés en dinamizar las operaciones en esa terminal marítima y el área de congelados ya se está agrandando, una obra que fue iniciada por la pasada administración estatal y está a punto de concluir. El muelle de Puerto Morelos es el principal puerto de carga y cuenta con instalaciones para manejo de carga suelta y contenerizada.
Comentó que ya se está haciendo una batimetría de tercera dimensión para identificar ciertos bajos y con todos los estudios ambientales que marca la Semarnat a través de la Conanp se pueda hacer un dragado hasta alcanzar los siete u ocho metros de profundidad para que puedan ingresar los barcos cargueros de calado