Por Álvaro Ortiz
CHETUMAL, 2 de julio. – Las alertas de la presencia del huracán Beryl, que fue anunciado con fuerza devastadora de categoría 5 en escala Saffir-Simpson hizo que este martes los consumidores se volcaran a los supermercados empujados por las voces alarmistas de falta de suministro de alimentos entre otros productos perecederos que se estuvieron divulgando en redes sociales.
Lo que más se consumió en los supermercados que este medio de comunicación recorrió, fue el pan de caja de todas las marcas y presentaciones; los encargados de piso confirmaron que no hay problema, en la noche se volverá a surtir y que este miércoles las estanterías volverán a estar llenas ya que los centros logísticos de las empresas panificadoras cuentan con el volumen suficiente para surtir.
Las filas en las cajas registradoras se formaron por el número de consumidores y por la falta de destreza en el cobro, algo que es usual en las tiendas como por ejemplo Bodega Aurrerá tanto en la de Insurgentes como en la de Erick Paolo Martínez. Los supermercados como Chedraui no tenían abiertas todas las registradoras pero sus empleados son más dinámicos.
En el ambiente de los supermercados no se percibió prisa o desesperación por los estantes vacíos y semivacíos, se pasaban de largo en busca de un reemplazo para no tener que volver otro día pues no saben si habrá tiempo en sus empleos para avituallarse. Sólo en el área de carnes de Chedraui la falta de más trabajadores en la atención al público provocó filas y los refrigeradores lucían vacíos en la carne de res y cerdo de mayor consumo.
En la tienda Home Depot, la venta de todo tipo de material para la construcción y reparación del hogar estuvo sin aglomeraciones, los pasillos con pocos consumidores y la mayoría cargaba entre brazos principalmente baterías, focos, luces de emergencias, cadenas para amarrar. Los sellos para cubrir las filtraciones de agua están agotados porque la demanda superó la existencia en bodegas y hasta dentro de un mes volverán a surtir.
Hay maderas de todos los tamaños y necesidades, en el recorrido fue posible ver cuando menos a tres personas que adquirieron triplay para forrar sus viviendas y protegerse del impacto de algún proyectil en el caso de que el huracán “Beryl” llegue a esta ciudad con la fuerza de sus vientos.
En las gasolineras todo marchó como un día cualquiera, sin filas, no así en la gasera de la avenida Maxuxac donde hubo pequeña aglomeración de compradores con cilindros de 10 y hasta 20 kilos de gas butano en espera de ser atendidos.