*Una dura realidad que se oculta entre cuatro paredes,“Síndrome de Alienación Parental (SAP)”.
Psic. Grisel del Mar Pacheco Brito
En tiempos donde atravesamos una pandemia por el Coronavirus Covid-19, un conflicto familiar como lo es la separación y desintegración de la unidad familiar, puede volverse una experiencia desagradable para padres y madres que se ven obligados ante la contingencia sanitaria, a separarse de sus hijos.
Por lo caótico que resulta, las prácticas y regímenes de convivencia por la custodia se tornan alteradas e inadecuadas, por tanto, esto se convierte en una situación difícil donde padres y madres disputan la convivencia de los hijos, por lo que el progenitor que se quede a cargo de los hijos puede recurrir a la manipulación psicológica para destruir al otro progenitor, dando paso a un concepto conocido en los ámbitos de la justicia familiar como “Síndrome de Alienación Parental (SAP)”.
El SAP que se caracteriza por el rechazo de un hijo hacia alguno de sus padres derivado de la manipulación psicológica del otro progenitor que se encarga del resguardo de los hijos en tiempos de un aislamiento obligatorio, generando daños psicológicos irreversibles en la infancia y afectando los reconocidos derechos y garantías de la niñez.
De acuerdo con Richard Gardner, este síndrome es exclusivo en el contexto de disputas por la custodia de los niños. La manifestación primaria es la campaña denigrante de hostilidad, ira y odio del niño o niña contra algunos de los padres que no tienen justificación o motivos realizar dichas conductas.
Cabe señalar que las conductas alineadoras descritas, no son absolutas y deben ser abordados por un profesional para su detección y diagnóstico, por otro lado, es importante recalcar que el papel que juega el profesional en la salud no es el de dictar la verdad o falsedad respecto tema, ya que en ese sentido le corresponde al juzgado competente determinarlo.
Por último, el SAP al ser un concepto complejo aún carece de fundamento científico y no ha sido reconocido ni por organizaciones o manuales de la salud toda vez que su aplicación en una corte judicial puede entrañar graves riesgos en una unidad familiar que atraviesa por un proceso conflictivo.
En conclusión, la prioridad de los padres en estos tiempos es de asumir un sentido de responsabilidad para procurar el bienestar e interés superior del niño o niña, por tanto, la contingencia desatada no debe ser aprovechada para embestir contra alguno de los progenitores. Es tiempo de aprovechar ser un ejemplo de enseñanza en la resolución de conflictos para los hijos, cediendo a la conciliación y adaptación de las medidas familiares que beneficien al infante.
Estimado lector, si usted atraviesa por una situación similar, recuerde siempre acudir a un profesional que lo guíe en el proceso, recuerde que los daños psicológicos pueden ser de gran impacto en la unidad familiar si no se atienden con profesionalismo.